Paublog`s

     Muchas veces en tu vida te has hecho esta pregunta y te responderé según mi experiencia y de las que me han contado, según los libros que me he leído que sentido y respuesta he determinado para ella.      Desde que nacemos estamos expuestos sentimentalmente a esa atracción emocional hacia nuestros padres, hermanos, abuelos, tíos y amigos llamada amor. No obstante, cuando crecemos y pasamos específicamente por el periodo de la juventud en nuestra vida, empezamos a sentir cierto afecto aún más intenso, en el caso de los chicos hacia alguna chica y de las chicas hacia algún chico. Este dicho sentimiento es indispensable en nuestra vida y se fortalece con el pasar de los días, con el hecho de ver, sonreír, acariciar y abrazar a esa persona que tanto nos inspira y motiva a querer experimentar con ella algo más allá de una simple amistad. Sin embargo, no todo lo que queremos nos corresponde y no todo lo que deseamos nos hará plenamente felices. Existe la posibilidad de que al moment

¡No quiero alguien como yo!... Quiero alguien diferente. Quiero encontrar alguien que me apoye, que me impulse, que me quiera, que me respete, que cuide de mi; porque todos merecemos alguien diferente, que nos brinde algo innovador, algo autentico, inigualable e inimaginable. Solo quiero un buen amor, solo quiero un amor sincero, comprometido y dedicado. No necesito alguien como yo... necesito un complemento, que no pido sea perfecto, pero si que llene cada vació de mi alma, que sea la llave que se guarde y conserve para que nadie pueda abrir el candado... y así acechado, convertir mi corazón tan reservado en inseguro, temeroso, vulnerable e impetuoso.   No quiero alguien como yo... porque yo me conozco a mi mism@; porque no soy muchas veces mi mejor versión. Por eso, necesito alguien distinto, con otros gustos, con otras actitudes, con otras habilidades y sobre todo con otra forma de amar.  Tampoco quiero alguien que me abandone, no quiero un compañero sentimental